lunes, 2 de enero de 2012

El puente 24

Musiel se intentaba incomodar el el sillón viejo de esa casa que no dejaba de crujir a cada oportunidad que se le daba. Por la ventana se veía la luna casi llena iluminando todo, cómo si la habitación estuviera atestada de blancas velas. -"¿Que es lo que ibas a decirme Agatha? La libélula voló por encima del joven hasta llegar a la punta de su nariz. -"Encontré algo en la habitación del viejo, algo muy extraño pero creo que tiene sentido." -"¿Qué?" Agatha se acercó al oído de Musiel por si el hombre estaba cerca, quería que ese fuera un secreto. "Tiene una extraña cosa en su cuarto, en la mesa de noche; parece una esfera con muchas luces pero si te acercas se puede ver una imagen." -"Ah sí, son muy usadas en mis tierras; son esferas de momento; si depositas en ella un momento importante para ti, podrás verlo una y otra vez... pero es imposible que otro humano lo vea; por eso se iluminan casi cegando a quien se acerca; quizás cómo eres una libélula te resultó verlo." Agatha lo veía extrañada e interesada la vez,  pero su plan era que él lo viera y le dijera si era o no su abuela. -"Yo vi a una mujer, y ahora que los escuché hablando no se porqué se me vino a la mente pensar que quizás esa mujer es tu abuela Musiel." Él se levantó sobresaltado y quedando sentado viendo hacía la ventana preguntó: "¿Mi abuela?" -"Si Musiel! Esque por lo que escuché en su platica; por lo que vi en la esfera; además salía este viejo con el mismo abrigo que decían era de tu abuelo, ese que traes puesto. No lo se." Musiel se quedó en silencio mientras seguía observando la ventana. -"Entonces es verdad."

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