Sus ojos cafés apenas podían verse a través de los espacios que dejaba ver su cabello negro. Aquel vestido verde se elevaba por encima de las rodillas de ella y luchando contra el viento intentaba bajarlo mientras aún le sostenía la mirada al jinete.
De pronto entre sus manos tomó las de su hada y el viento dejó de soplar, cayeron mil hojas a sus pies; encima de aquel puente de madera que ahora parecía un bosque de secas hojas, doradas rojas y oliva.
"¿Me dejarás volver?" dijo casi susurrando al oído de ella, esta se separó un poco para poder ver sus ojos, quería encontrar verdad en su mirada y ahí estaba inundando sus pupilas, los ojos más sinceros que jamás pudo ver; el los tenía y en ese momento le decían que era verdad.
Ella asintió con la cabeza y él la abrazó fuertemente. "Pero sólo espera un poco si? Necesito regresar a la tierra seca y terminar algo que dejé inconcluso... dime que cuando regrese aún estarás aquí, que aún este puente dejará pasar al jinete y que las mariposas me darán la bienvenida cómo antes."
El hada colocó su mano en el pecho de él y dijo: "Siempre que aún tengas aquí la magia, la ilusión; siempre que creas en mi y en este mundo serás bienvenido."
Él colocó su mano encima de la de ella y se acercó para pesar suavemente sus labios, no se sabe cuanto duró el beso pero si que la luna y el sol fueron testigos de él. No se sabe cuanto duraron sus manos unidas, pero si se sabe que la lluvia y el viento fueron testigos de ese momento.
no no no, no lo puedo creer, tan sencillo y tan embriagante historia, me fascina, eres una competencia muy dura de superar eeeh, me encanta quisiera que durara mucho mas por favor, esa hada y esos dos mundos, quiero saber que pasara con él en esa tierra seca y como volverá, como lo recibirá ella, aveces lo seco hiere y deja marcas... me encanta genial, quiero mas!!!
ResponderEliminarNatilli y yo estamos emocionados, ahorita un poco varados pero esperemos que al regreso aun quieran leer nuestra historia.