jueves, 9 de agosto de 2012

Inspiración*

-'¿Que te parece...' preguntó. 

No recuerdo nada más. Su voz es tan tenue ya en mis recuerdos, si pudiera representarla en un color sería plata, es como el gris difuminado con blanco y escarchado con diminutos diamantes que le dan su brillo singular.
-'¿Recuerdas aquella vez que paseamos juntos de la mano?' Una pregunta más que me despierta en la madrugada, exactamente no se a que hora por que mi cuarto es obscuro y el reloj en forma de gatito solo refleja la pobre luz de la calle dándome una idea del tiempo, es imposible saber a que horas se vuelve él mi desvelo.

-'Mi voz solo es parte de tu imaginación.' 

Me dolió escucharlo del susurro de sus labios, era verdad su voz no era la misma que me hacia preguntas aisladas en el jardín, su voz tenia un acento que no conocía. '¿De donde eres?'- le pregunté un Domingo interrumpiendo la elegante plática que ambos teníamos acerca de un hecho irrelevante en nuestras vidas. 'Soy de ti.' Creo... que eso me respondió. 

'¿Tienes idea de lo que haría por ti?' - Esa es la causante de mis derrumbes, de mi pérdida de noción, cuando aparece esa pregunta con su voz imaginaria pasan 8 horas para que regrese de nuevo al mundo de la lógica y recuerde que al final siempre se resumen nuestras vidas en el punto de partida. '¿Que te parece...- preguntó. Y ahora que lo recuerdo terminaba, siempre terminaba... - Si lo nuestro es para siempre solo una ilusión?

1 comentario:

  1. vaya, vaya de lo que me estaba perdiendo, sensacional, me agrada este escrito, me la imagino a ella sentada a media noche en la ventana, después en una mesa redonda mientras los rayos de sol entraban por su ventana, segundo después sentada en su cama apagando la luz de mesa, grande grande

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