miércoles, 22 de agosto de 2012

365~


Y así es como pasó un año a la velocidad de la luz, o quizás en algunos momentos pareció que jamás terminaría, pero sin duda dejó mucho de que hablar. Hubieron escritos que nos quemaron las pestañas, escritos que tardamos 1 día entero en escribir; trozos de un diario que aveces nos hacía falta tener, recordatorios; escritos que parecían notas, escritos que parecían poemas; historias e imágenes que quizás dijeron más de lo que quisimos decir. Así pasaron los 365 días, con un "poco de todo" con un "todo de a poco" una experiencia que podría llamar: "Única". 
¿Cuando se podría repetir algo así? Supongo que nunca, el proyecto llegó en el momento indicado o quizás en el peor momento, pero sin duda hubieron motivos para seguir y es aquí cuando sonreímos y decimos a la par: "Lo logramos." Sí, hubieron algunas fallas pero las fallas hacen que todo se vea más real. Me deja una gran experiencia y espero poder volver cada a año a releer a la Natalia del 2011-2012, saber que pensó cada día por un año y que es lo que sentía en cada estación, saber que cambió de ella y que sigue igual.
Fue un año que compartí contigo, una idea, un plan; un proyecto que viví a tu lado y lo agradezco de todo corazón. Ojalá y sigamos siendo compañeros de ideas y de planes, que nuestros siguientes proyectos sean aún más interesantes.
Así que Natalia... te felicito por este año lleno de todo, lleno de cosas nuevas y más de las viejas, te felicito por haberlo hecho y por pasar 365 días describiendo tu sentir, tu pensar, tu querer y mil cosas más.

Te voy a extrañar Blog, pero releer a Enero, volveré a conocer de Marzo, tendré una cita con Diciembre y probablemente sentimientos encontrados con Julio, me recordaré de Noviembre y abrazaré a Febrero, extrañaré a Octubre y pediré consejos a Abril, no pasaré por alto Septiembre y quizás bese a Mayo. Adiós a Junio y una felicitación a Agosto por recibirnos dos veces!

Y a ti compañero de Proyecto te mando un abrazo un beso y... a lo siguiente. Siempre.

* Adiós Blog* 

martes, 21 de agosto de 2012

El puente 98

FIN


Era una noche calida donde las luciérnagas adornaban todo aquel bello bosque, un hada sentada en un enorme girasol, miraba la luz de la Luna que estaba tan plateada que podía deslumbrar sus diminutas pupilas, el bosque estaba tan solo, que cualquier ruido la distraía, y de pronto al fondo de la hilera mas larga de árboles orejones se escucho crujir una ramas. "¿Quien anda ahí?"- pregunto la pequeña levantándose y mirado asía la obscuridad, el chiflido del viento frío le movía su cabellera entre obscura y dorada; los ruidos de pasos que parecían eran pesados se escuchaban mas y mas entre el eco de las ramas. "No estoy sola, y soy gigante, así que dígame ¿quien esta ahí? No quiero hacerle daño"- dijo al final encogiendo sus hombros y con sus ojitos moviéndolos de un lado a otro, de pronto se escucho cerca una respiración acelerada, entre cansada y escasa de aire. "Ayuda por favor"- dijo un joven al caer al pie de aquel girasol, la pequeña hada brinco del susto y soltó millones de polvillos brillantes, aleteo hasta bajar poco a poco al suelo, sus ojos se hicieron enormes, aquel joven de cabellera chocolate tenia los ojos cerrados, parecía ser un caballero, tenia su camisa blanca de mangas amplias, un chaleco café y las botas del mismo color que estaban encima de su pantalón negro, él movió su mano y ella hizo un ruido de susto y retrocedió, pero al momento que los ojos del joven se abrieron ella se volvió a acercar y se vio reflejada en esos ojos color almendra. "Ayuda por favor."- dijo él antes de volver a cerrarlos, el hada no sabía que hacer volteaba asía todos lados buscando a alguien que pudiera ayudarla, volaba de un lado a otro pero solo lo asía en círculos y choco contra la frente del joven, quedo sentada en el suelo y se acerco caminando a su rostro moviendo un poco el cabello que caía entre sus ojos. -"Que fue lo que te pasó?" - se pregunto en susurro y elevo el vuelo, en busca de ayuda…

lunes, 20 de agosto de 2012

El Puente 97

Agatha y Griham observaban desde los hombros de Andél a Nathanielle y Musiel. Ambos se veían tan tranquilos, tan serenos abrazándose a sabiendas de que quizás en pocos minutos la historia cambiaría. Una lagrima se asomó de los diminutos ojos negros del Troll y antes de que cualquiera de sus compañeros pudiera notarlo la limpió sutilmente. Los ojos de Musiel eran más obscuros que nunca, sus pestañas hacían parecer que sus ojos estaban delineados, su mirada era la misma tan profunda que Nathanielle conoció hacía unos años en esa colina. Los ojos de Nathanielle eran los mismos en forma de almendra y un color café rojizo en el centro. "No creo poder olvidarte." - susurró Musiel al oído de su amada. "¿Lo prometes?" - "Lo juro." Una a una las estrellas que antes observaban desde el cielo negro iban bajando y rodeando a los dos amantes. "¡Nathanielle!"- gritó Agatha intentando volar hasta donde el remolino de estrellas comenzaba a nacer, pero Andél la tomo entre sus manos impidiéndole alejarse. La hada giró su cabeza ligeramente hacia la derecha para poder ver a la libélula; sólo sonrió, en esa sonrisa iba oculto un "...todo estará bien." Las estrellas giraban a su alrededor y al prestar atención se dieron cuenta que eran millones de diminutas hadas que se abrazaban y giraban en torno a ellos. Musiel no dejaba de abrazar a Nathanielle con todas sus fuerzas. "Dilo"- le susurró al oído. La hada dejó caer una última lagrima antes de besar los labios de Musiel. -"Quiero recobrar mis alas, quiero volver a ser una hada... no una hada enamorada, una hada de verdad." De pronto del cielo negro cayó un rayo turquesa que logró que el tiempo se detuviera. Musiel estaba inmóvil, las hadas paralizadas en el aire, a lo lejos Andél, Griham y Agatha eran de piedra y sólo Nathanielle podía entender lo que pasaba. "¿Estás segura querida?"- dijo una voz suave que la hada reconoció de inmediato. Era la hada de Sol que se encontraba tras ella. -"Lo estoy." -"¿Tienes todos los pétalos?"  -"Sólo algunos, algunos otros los perdí." - "Te ayudaremos encontrar los otros querida." La hada de Sol se acercó al chaleco de Musiel y sacó de su bolsillo los dos pétalos que su hermano había rescatado. "Tómalos y cuídalos." Nathanielle besó los labios helados de Musiel y dio un paso hacía atrás. "Te amo y te amaré siempre... volveremos a encontrarnos." La hada de Sol acarició los cabellos castaños de Nathanielle. -"Claro que volverán a estar juntos, yo lo sé. ¿Lista?" - "Lista." Una fuerte luz atravesó a la Hada, una luz morada iluminó todo el bosque misterioso. De pronto todo había cambiado.

domingo, 19 de agosto de 2012

El Puente 96

Lesia se preparaba para buscar el girasol en el pantano, para avisar a las criaturas que hacía mucho le habían prometido lealtad que era el momento en que la batalla más grande entre magia empezaría, arreglaba sus cabellos negros en un chongo muy elevado y pintaba sus labios de ese color rojo tan peculiar de ella, y de pronto una luz cegadora atravesó su ventana, esta la obligó a cerrar los ojos. Mientras intentaba abrirlos pudo ver del otro lado de la colina un destello de color turquesa, blanco y dorado; el destello más grande que sus ojos jamás observaron. Un miedo nació en su columna vertebral y se trasladó hasta sus extremidades, en su corazón lo sabía ese era el destello que anunciaba uno de los actos de magia más grandes, uno acompañado de amor. Se dejó llevar por una ráfaga de viento a través de todo el castillo, a través de el jardín destrozado y la colina donde había dejado a todos hace unos días; siguió más allá del bosque misterioso y buscó desesperadamente que lo que sus ojos habían observado fuera mentira, escuchaba las voces de todos los seres que susurraban lo que había ocurrido, pero todos huían antes de que ella pudiera interrogarlos. "¿Donde están?" - gritó enojada pero nadie contestó. -"¿Qué es lo que sucedió? ¿Que magia ocurrió aquí?" El bosque se había oscurecido como nunca antes y el silencio asustaba a la dama de negro. Era verdad, se había alterado algo en el universo, algo que se supone ella alteraría, nadie más. Se dejó caer sobre sus rodillas y golpeó el suelo con fuerza y frustración. "Se reencontrarán y no podré evitarlo..." - susurró.

sábado, 18 de agosto de 2012

Amor:

Quisiera tomar tus manos en este momento y colocarlas justo enfrente de mi, enfrente de ti y mirarte a los ojos, con la mirada decirte que estoy orgullosa de ti, que soy la mujer más afortunada de tenerte y que me siento completamente segura de lo que harás y de que lo harás muy bien. Se que las cosas llegan en el momento que menos lo esperamos, pero como dijiste ayer los mejores pasos se dan cuando no los planeas meticulosamente, cuando no gastas horas quemándote el cerebro pensando que harás después... y así es como esta pasando ahora, tienes una oportunidad que llegó quizás en el momento ideal, en el momento preciso. Quiero que sepas que hagas lo que hagas, que vayas a donde vayas yo voy a estar contigo, cerca o lejos; todos los días o cada semana, voy a estar contigo sobrellevando cualquier obstáculo, ansiosa de que llegues a tu meta. Eres la persona más importante para mi, eres mi todo y con quién quiero compartir estos pasos gigantes, estos sacrificios necesarios pero sobretodo mi vida. No olvides nunca que alguien te valora como no tienes idea, que alguien confía en ti y en lo que puedes hacer; que alguien se ilusiona con tus ilusiones y se alegra con tus ideas. Toma siempre mi mano como estaría tomando la tuya en este momento y jamás olvides que eres capaz de lograr todo lo que deseas, de vencer cualquier obstáculo, pero sobretodo de llegar más lejos de lo que piensas. 

Te amo.

viernes, 17 de agosto de 2012

El Puente 95

Nathanielle observaba fijamente a los 4 seres que tenía enfrente, dos humanos; una libélula y un Troll esperaban su respuesta. "Tienes razón." - contestó la hada mientras abrazaba a Musiel. Andél tomo en sus manos a Griham y Agatha permitiendo a su hermano y Nathanielle tener un minuto a solas. "¿Estás segura?" - preguntó el joven mientras tomaba la mano de su amada. -"Estoy segura, tienes razón... prefiero saber que pasará pero que encontraremos la forma de volver a vernos, a pensar que podría destruirse por siempre." - "Yo te voy a buscar Nathanielle, yo haré todo por volver a tenerte en mis brazos, por reconocerte; no te dejaré de amar aun se borren todos mis recuerdos, te voy a amar." La hada dejo escapar una lagrima, las estrellas estaban más cerca que nunca escuchando el pacto de los amantes. La Luna se reflejaba en el agua mohosa del pantano, la vista era sin duda perfecta. Miles de luciérnagas los rodeaban y a pesar de la decisión sentían una enorme paz. -"Tu posees magia Musiel, dentro de ti... en cada centímetro de tu piel hay magia y hay una historia que debes concluir, se que no tendrás recuerdos de mi... pero si de todo lo que haz vivido en estos días, debes encontrar a tu Abuelo; debes encontrar ese detonador que explote tu magia." Musiel la miraba sorprendido, era verdad aún tenía que descubrir quien era el hombre de la cabaña, tenía que volver y vencer todo ese mal que consumía la tierra. -"Te amo." "Te amo más que a mi vida."- contestó Natilli después de besar suavemente los labios de él. -"¿Entonces lo hacemos?" -"Hagamoslo."

jueves, 16 de agosto de 2012

¡Rápido! El puente 94 y algo más...

Por andar contando historias me olvidé de la mía, mañana sin falta escribiré la entrada de hoy bien.

Feliz 16! TE AMO :)


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Y bien ayer por andar pérdida en palabras e historias no pude escribir bien mi entrada y eso que tenía mucho que decir... así que empezaré:

-El puente 94-

A lo lejos vieron llegar a Griham y Agatha, ella volaba rápidamente hacia ellos tres; mientras el diminuto Troll apenas podía administrar su respiración para no sofocarse de la emoción. "Sabía que lo encontrarían." - dijo la libélula colocándose tiernamente en el hombro de Nathanielle, la hada le sonrió mientras acariciaba con dulzura sus alitas. "Ya estamos todos juntos, pero aún estamos en peligro." "¿Que es lo que sabes Andél? - preguntó Musiel sentándose frente a su hermano que se había acostado de nuevo por el cansancio de su cuerpo, cansancio que no se desvanecía y solo incrementaba. "Se demasiado o quizás no sepa mucho, pero estoy seguro que ni todas esas estrellas ni la Luna, ni nada podría contra lo que está por suceder, contra lo que Lesia tiene entre manos." Todos se sentaron a su alrededor y lo miraban con preocupación. "Ella está dispuesta a quebrarlo todo con tal de no perder." - "Pero ella tiene todo lo que siempre quiso." - "Lesia nunca supo que es lo que quería, ella siempre ha querido lo que no es de ella, te quiere a ti por que no eres de ella, me quiso a mi por que no era de ella, quiere la magia por que nunca será de ella."- contestó Andél mientras sonreía. "¿Porqué sonríes?" - preguntó su hermano algo inquieto. -"Tengo una idea. Libélula tu le dijiste a Lesia lo del poder del girasol y le explicaste que es la forma que tiene Nathanielle para volver si es que cualquier cosa llegase a pasar, cierto?" "Sí." - contestó la pequeña alada apenada. -"Bien, sabemos que ella quiere siempre destruir o robar lo que no es de ella..." "Y sí nosotros lo destruimos?"- terminó la oración Musiel al momento que tomaba la mano de su amada. "La hada de sol te dijo que si tu lo hacías podía haber la oportunidad de volvernos a encontrar, de volvernos a recordar... en cambio si ella lo destruye no habría retorno. Si ella sabe que nosotros lo destruimos perderá interés." Nathanielle lo veía asustada y afligida, pero en el fondo sabía que eso es lo que debían hacer... esa era la única opción. 

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Algo más.

Estos 22 meses han sido los más hermosos de mi vida, los más llenos de todo; los más inolvidables y sobretodo los más extraños. Contigo vivo en un cuento lúgubre de amor, en un cuento de hadas fantasmal; en un relato de amor con guerras y en un poema de nostalgia feliz, contigo todo es contradictorio a la perfección, me haz mostrado que vivir en la realidad puede ser aún más extraño que vivir en un bosque encantado, me enseñaste a volar mientras caminaba y apartaste de mi los miedos, los cambiaste por risas y momentos únicos. Me haz llenado de ti en todo sentido, me empapaste con tu imaginación y con tu realidad, debo reconocer que aun que eres lo más distinto a mi; eres la persona que me hace creer que es igual, igual a mi con sus diferencias. Eres mi media naranja gemela, mi alma gemela desigual... eres todo para mi.

Te amo!