martes, 13 de septiembre de 2011

"¿Ella te quiere?"

Naileen caminaba por la calle después de haber pasado la tarde en el teatro con Moisés. Se dedicaba a ver las casas decoradas para noche de brujas, los adornos eran algunos más grandes que las mismas casas y eso la hacía reír. Su casa jamás había sido decorada para esa festividad pero por alguna razón tenía ganas de poner calabazas con sonrisas sarcásticas en la entrada de su hogar, así que antes de pasar a su casa caminó unas cuadras más donde se ponía un pequeño mercado donde podía comprar calabazas de varios tamaños. Y mientras ella elegía la más perfecta a lo lejos pudo distinguir a esa chica rubia que parecía haber llegado en un mal momento, Lucía le devolvió la mirada a Naileen y sin ningún temor se acercó a ella. "Hola Naileen, ¿cómo va todo?" Naileen la vio directamente a los ojos extrañada de como alguien podía ser tan cruel de intentar alejar a alguien de otra persona y después saludarla con tal hipocresía. "Estoy bien, gracias. Debo irme." -"¿Irte? Pero si ni siquiera haz comprado tu calabaza, digo a eso viniste no? Si te molesta mi presencia puedo retirarme." -"No, solamente vine a pagarla es demasiado pesada para que la cargue yo sola." -"¿Y porqué no vino a ayudarte Moisés?" -"Por qué apenas de venida a mi casa se me ocurrió comprar una, sabes tengo que irme." -"No se que te haya dicho él, pero este hijo si es suyo." Naileen se dio media vuelta dejando a Lucía hablando, cosa que molestó a la chica y mientras Naileen sonreía a la señora de las calabazas y se alejaba la chica seguía gritando un sin fin de argumentos de su embarazo que realmente Naileen no estaba dispuesta a escuchar. Al llegar a su casa y subir las escaleras para llegar a su cuarto Naileen sintió una terrible inseguridad ¿Y si era cierto? ¿Y si en verdad Moisés tuviera un hijo con aquella mujer?, no temía por perder su amor, temía por que sabía que ese tipo de mujeres no dejaba a quienes se amaban ser felices.-"¿Ella te quiere mi amor? Acaso en verdad hiciste que se enamorará de ti o simplemente es un capricho más de una persona cualquiera?"- preguntaba Naileen a la nada, como si la voz de Moisés fuese a salir en cualquier momento a callar sus temores con un abrazo. Naileen tomó el teléfono y marcó a casa de Moisés, este no contestaba, colgó y bajó rápidamente las escaleras sin mirar atrás, cogió el abrigo de su papá que estaba colgado cerca de la puerta; que abrió y cerró tras ella. Naileen estaba dispuesta a cargar esa enorme calabaza, tenía que hacer algo o sus pensamientos la iban a volver loca. -"¿Ella te quiere?" se volvió a repetir en voz alta mientras caminaba lentamente por la calle justo antes de llegar al mercado. -"¿Con quién hablas?"- dijo una voz tras ella.

1 comentario:

  1. Aaaah!!! ya extrañaba esta historia, no puedo creer todas las interrogantes que se pueden forman en un tiempo de separación y las personas que se meten en tus caminos... Quiero saber quien es el que le habla a Naileen, espero no dude de Moisés aunque esa rubia no me da confianza...

    Muy buena trama me quede en suspenso y eso no me gusta...

    P.D. yo también quiero una calabaza para la noche de brujas ;)

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