Pasos...

Iba caminando sin prestar atención a mis pasos, solo me conducía y por inercia mis piernas me llevaban a "quién sabe que lugar.". Aún vacilaban mis ojos en aquella noche, cambiaban de "eso" a "aquello" se aseguraban de no recordar ninguno de los objetos a mi alrededor, no quería más fotografías en mi memoria.

De pronto tirado a un lado de ese camino me encontré una hoja de papel perfectamente extendida para que desde lo alto de mis ojos pudiera notar las diminutas letras creadas con tinta azúl. El papel desprendía un olor entre viejo y un aroma conocido que hizo temblar mis manos al recogerlo, era tan frágil como mis temblorosas piernas y decidí sentarme en una roca a leer.

"Me ha contado, que al parecer te robas cada suspiro que da en el día, sin fijarse como estas en todo lo que hace y lo que piensa, eres lo que tanto esta amando cuidar y se apasiona el solo echo de pensar el estar contigo todo los días cada mañana y cada tarde sin dejar a un lado la noches."

- Leí.

La emoción hacia que mis ojos se saltaran palabras, letras; razónes y lógica... sólo quería seguir leyendo. Encontrar más pistas en esa hoja que empezaba a oler a recuerdos.

 

"Se ha dado cuenta que no voltea a ver el cielo cuando esta de noche, y se mete antes de que obscuresca, porque no le improta mas nada que hacerte sentir que es encerio por lo que ha vuelto, sonrie, y tambien ha llorado."

 - Seguí.

El silencio del camino ya no importaba, estaba segura que debía avanzar y tomar con mis pupilas fotografías de todo lo que estaba viendo, no quería perder ni un solo minuto más en ese cuento y podría avanzar siguiendo las pistas que alguién había dejado caer en el suelo. Así es cómo lo supe, tenía que aceptar un error. Tome la hoja y la doble cuidadosamente mientras la guardaba en mi bolsa, debía seguir y encontrarlo.