domingo, 29 de abril de 2012

La Princesa.

La princesa.

Sus cabellos plateados acariciaban el pasto donde se encontraba dormida, aquella princesa vestida con un desgastado vestido color oliva, descansaba con los ojos cerrados; esperando así que no cayeran más lagrimas, lagrimas que humedecían el pasto como el rocío que nunca apareció. Su corazón latía lentamente mientras la luna le decía en secreto que sabía donde estaba su caballero. La princesa había olvidado sus ojos, pero no los de él, la princesa había olvidado como era el sonido de su voz, pero no como era la voz de él. "Hablame más del caballero, querida Luna." - susurraba apenas abriendo los labios secos que le impedian gritar. 12 estrellas entristecidas observaban a la princesa levantarse con pesar del pasto, la corona que alguna vez había decorado sus cabellos había desaparecido. "No me digan que me ha olvidado." El cielo se movía rápidamente sobre sus ojos, las nubes pasaban tapando las estrellas, colores rojizos indicaban que el Sol quería volver, pero la noche no iba a permitir que hubiera un solo día más hasta que el Caballero no encontrara a la Princesa, hasta que la Princesa no buscara al Caballero. Del cielo cayó como una pluma en descenso una pequeña estrella dorada. "Regresa. Regresa Princesa." ¿Donde estaba su corona? ¿Donde estaba el caballero? ¿Donde estaba su corazón?

1 comentario:

  1. Me gusta este mini relato la princesa esta un poco mas perdida que el caballero pero al final de cuentas mismas preguntas, muy similares. que llevan al mismo lugar supongo. ME gusta

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