-El juego de la lechuza, el búho y el dragón-
Sus enormes ojos plateados sobresalían de los pinos como pequeñas lunas, miraba fijamente hacia la nada y de vez en cuando estiraba sus alas sólo para volverlas a colocar alrededor de su emplumado pecho. La noche no era fría, el cielo estaba despejado de cualquier nube pero no habían estrellas ni luna; lo único brillante eran los ojos del búho.Los pinos eran invisibles, cómo si todo el bosque fuera solo color negro, sobre más negro... pero esa ave sabía exactamente por donde volar, había acostumbrado a sus alas a no tocar las suaves copas de los árboles, enseñó a sus patitas a no tocar la fría agua del lago negro. Vivía en una noche eterna ese búho, esperando el regreso de ella.
Ella era blanca, con inmensos ojos negros. Se había robado la noche cómo él se había robado el día y sólo hasta volverse a ver volverían a haber luna, sol y estrellas; pero el búho no sabía donde se encontraba la lechuza. Habian pasado más de miles de años y ella aún no regresaba. Mantenía abiertos sus enormes ojos plateados cómo la señal para que su lechuza supiera por donde volar.
Muy lejos de ahí en un desierto de arenas blancas, reposada en una ramilla pálida había una lechuza blanca con ojos negros, eran como dos piedras que volaban por ese desierto; el cielo era blanco pues la luna dormía sobre él. Eternos eran los meses y los días que la lechuza no veía una noche... la luz cegaba sus ojos y volaba en círculos esperando que el búho pudiera volver a verla y rescatarla de ese lugar.
Se habían robado la obscuridad y la luz sin preguntarlo, se necesitaban y no podían encontrarse..
Pero habían 4 caminos, lugares que unían a el blanco con el negro; el día con la noche y a el búho con la lechuza... Un dragón de fuego, un dragón de aire; un dragón de tierra y uno de agua.
¿Que camino deberían elegir para encontrarse y porqué sería más fácil para ellos sobrepasar a ese dragón?
El dragón de tierra, pues ambos puedes volar tan alto y con sus alas ni siquiera pisar suelo...
ResponderEliminareso digo yo, aunque creo igual el dragón de agua puesto que sus patas del búho no tocan el agua y él puede enseñarle a su lechuza...
aun así creo seguiré pensando alguna otra opción.