-Agatha-
"¿Sabes de donde vienen las libélulas? Imagina noches que quieren darle la bienvenida al amanecer y en la parte más negra del cielo es donde habitan las estrellas, pero el cielo que besa el suelo es anaranjado con café y es entonces cuando una libélula esta por nacer. "
Cada año las libélulas, mariposas; catarinas; luciérnagas; arañas y escarabajos pasan por ciertas pruebas para que las hadas puedan elegir si aquellos animales formarán parte de su elenco mágico o si deberán ir al mundo humano y desempeñar solo el papel de insectos. Las mariposas con su gracia y belleza casi siempre tienen un papel estelar en el mundo mágico; los demás insectos deben resignarse y esperar siempre ser parte de un mundo más normal. "¿Qué tan rápido puedes volar de esta flor a el pino que esta del otro lado de la colina?", "¿Puedes volar o caminar bajo la lluvía sin mojarte?", "¿Tienes miedos?", "¿En que flores sueles reposar?" Mil preguntas y retos debían cumplir los pequeños insectos y siempre las mariposas terminaban en primer lugar, pero un día pasó algo diferente. "Nombre." - dijo una hada de tierra mientras apuntaba en un pergamino verde los nombres de todos los insectos que se alistaban ese año. "Agatha." - dijo tiernamente una hermosa libélula de alas moradas y cuerpo esmeralda. "¿Una libélula? Es raro verlas por aquí sabes... eres la primera en alistarse ese año, que orgullo! Para serte sincera tantas mariposas aveces resulta un poco aburrido." - dijo la hada con una sonrisa amigable. "Espero este año tener una libélula entre nuestros ayudantes magicos." -guiñó el ojo. -"¡Siguiente!" La libéula voló lejos de donde estaban las mariposas, algunas de enormes alas doradas y otras con destellos azules; las más pequeñas eran blancas pero igual de hermosas que todas las anteriores. Agatha paró sus patillas en una rama seca que encontró cerca. "Hola." - dijo una voz rasposa. "Hola." - respondió Agatha sin voltear, estando casi segura de que se trataría de otra bella mariposa verde. "¿No crees que son demasiado..." -"¿Tontas?" - dijo la libélula pero al recordar que quizás su vecino era una mariposa decidió callar. "¡Ya lo creo!" Entonces Agatha miro a su izquierda y pudo ver 4 pares de enormes patas alargadas color negro y sosteniendolas todas un cuerpo redondo y 8 ojos expresivos que la miraban tiernamente. "Si, soy horrible... no se ni a que vine." - dijo la araña volteando de nuevo hacia donde las mariposas volaban. "Eres espectacular." - dijo ella asombrada de tener a su lado a un animal tan diferente. -"Nunca había visto a una araña de cerca." - "Ni yo a una libélula." -"Me llamo Agatha." -"Yo soy Femix." Ambos insectos platicaron por largos minutos hasta que la voz de una de las hadas de aire los llamo. "Hey! La araña y la libélula, estamos por comenzar... vengan!" Los dos se miraron y sonrieron. -"Vamos."
No pues si que sera raro ver a una araña entra tantas mariposas y una libélula pero sin duda eso es la magia, viene de donde menos te lo imaginas, es genial...
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