Es cómo echarle un vistazo dos veces al mismo lugar y darte cuenta que a pesar de que es lo mismo, tiende a cambiar. La noche vuelve lo tenue tan difícil de observar, mas en cambio sigue siendo hermoso, quizás un poco más.
Es cómo aprender a caminar en tu casa cuando hay obscuridad, sabes exactamente donde queda cada esquina y escalón, palpas con tus dedos las paredes para guiarte y en esa luz que viene de fuera aprecias lo que amas aún cuando ya no tiene tanto color.
Cómo amar el cielo por que puede ser tan blanco como negro, tan azul como rosado y que las nubes cambien cuando las estrellan no están dispuestas a aparecer, así se aprecian los cambios, por que sigue siendo lo que conoces... sólo que visto desde otro angulo.
Como cuando el cielo se divide en dos y al final ves que sigue siendo el mismo... azul con nubes y amante de la luna y el sol...
ResponderEliminarCambios sin perder la esencia