Bajo un puente....

El agua apenas llegaba a las primeras piedras color gris que vivían bajo ese puente, paseaban por el tantas personas con prisa y tantos niños jugando; nadie prestaba atención de verdad y aquella presa no era más que la rutina de varios al pasar. En las noches aquel lugar era exactamente igual solo que por ausencia de alumbrado era aún más difícil ver la presa ni siquiera la luna se quería ver en ese lugar, el agua; las piedras; los contados arboles a la orilla de la nada, algo había en ese puente que hacia todo parecer tan común. Pero un día un chico que iba paseando se detuvo justo en medio del puente al notar que una de sus agujetas estaba haciéndolo tropezar insistentemente, entonces se agachó, hizo un moño y al levantarse lentamente lo pudo ver, hasta el final de la presa donde esos contados arboles hacían un frondoso y enorme bosque, notó esa figura que había hecho todo lo posible para pasar desapercibida. El chico se frotó los ojos y al abrirlos había desaparecido... pero la historia circulo y pasó de persona a persona y ese puente nunca más fue común, la presa no pasaba desapercibida y nadie sabía que había visto ese chico, o si en verdad había visto algo. Pero ya todos se tomaban 2 minutos en prestar atención a algo, que quizás podría ser diferente.