Aquellas encargadas de dar sonido al viento, calidez a la brisa y tranquilidad a los suspiros.
Tan diminutas cómo hermosas, de alas blancas con toques azul turquesa; vuelan solas y son celosas de su arte.
Sus cabellos son largos y azules, sus vestidos blancos; aveces morados.
Amiga de las aves y las mariposas; le gusta cabalgar luciérnagas cuando hace frío en las noches.
Es raro verlas, pero suelen jugar en los campos abiertos; los pastizales de otoño y los jardines abandonados.
Son tímidas pero amigables con aquellos que pasan solitarios por la calle; los acarician con suaves brisas; inexplicables para ellos.
Ahora entiendo... ahora puedo explicarme un poco esa brisa inexplicable de media noche cuando la calle estaba sola y caminaba mientras las hojas del otoño tronaban a mi paso...
ResponderEliminarme encanta...
me gustaria ser ella
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